domingo, 27 de febrero de 2011

¿La incultura? del pueblo gitano

    Estamos realizando un seminario para eneñantes con Gitanos en un Centro, que al menos, según mi opinión, es de los que mejor entiende en Santander esta problemática. La intención del curso es analizar aquellos aspectos de la cultura y la historia del pueblo gitano que de alguna manera entorpecen o dificultan nuestro trabajo en el aula, con el objeto de modificar nuestra forma de trabajar, buscar nuevas metodologías, modificar si hicieraq falta la organización del centro, para presentar un Proyecto común que intente atender eficazmente a la diversidad
    Hablamos por ejemplo, de la dificultad de que los alumnos de Infantil 3 años, aunque estén matriculados, acudan a clase con normalidad, y tenemos en cuenta la superprotección que las familias gitanas tienen hacia sus hijos, y como no, la memoria histórica de una mortalidad infantil enorme en el pueblo gitano.
    Hablamos de la dificultad que tenemos en general para que los alumnos acudan a las salidas pedagógicas, y entendemos que los gitanos, no suelen ceder la custodia de sus hijos a nadie, ni siquiera, a su propia familia, de hecho, cuando tienen que ir a Madrid o a donde sea a "mercar"(comprar género para luego vender en el mercado), se llevan a toda su familia, hijos incluidos. Y cuando sin querer preguntamos si nosotros dejaríamos a nuestro hijo durante todo el día con una gitana, el silencio hace daño.
    Dialogamos sobre el absentismo escolar y entendemos que no consideren importante la asistencia a clase, los mas pequeños porque pueden coger catarro, y los mayores porque ya han superado sus espectativas con creces y porque para realizar el trabajo que esperan que sus hijos realicen, la escuela, no otorga ningún título.
    Conversamos sobre lo raro que es que los al umnos realicen los deberes y entendemos que en la mayoría de los casos las familias no les pueden ayudar, y que una cultura de transmision oral, no suele tener textos escritos en casa (a parte de la Biblia).
    Intercambiamos nuestra experiencia con monosílabos, bisílabos y la dificultad que los niños tienen para pronunciuar algunas palabras polisílabas, la falta de vocabulario,...y al final, después de varias sesiones, llegamos a la conclusióin de que en el pueblo gitano existe una gran incultura.
    Os juro que cuando llegué a casa, se me caían las lágrimas, porque después de varios días, no he sabido hacerles ver (y ese era mi propósito cuando empezamos el seminario, más que el del cambio metodológico y organizativo) que no se trata de incultura, y me gustaría gritar que NO SE TRATA DE INCULTURA, SINO DE OTRA CULTURA, que por desgracia, tienen un desconocimiento tan grande de la nuestra, como nosotros de la suya.
    Pero no importa, el próximo día, volveremos a la carga, entre otras cosas, porque el que todos los enseñantes entendamos lo que quiere decir pertenecer a una cultura diferente, haría sin duda que mi trabajo no fuera necesario.
    
   
   
   

1 comentario:

  1. Es difícil entenderlo. Hay que cambiar las opiniones que nos han inculcado desde el parvulario, en nuestras casa, en la escuela, en la mili y en la universidad. Despreciamos otras formas de entender la vida, pero no debemos dejar de tender puentes.

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